22 de julio de 2014

5. No tengo ni idea

"¡Bonjour! Mon nom est Diana et je ne parle pas français" que en francés significa "Buenos días, mi nombre es Diana y gracias a Dios existe Google translate". 

Hola a todos y bienvenidos una vez más a mi blog que realmente, como dijeron en twitter, no tiene un tema específico, ni el más mínimo sentido (eso lo agregó mi papá), pero yo prefiero decir que tiene una personalidad bastante espontánea e impredecible. Después de todo ¿a quién le gusta la rutina o un patrón determinado? ¿No fue Einstein quién dijo "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"? 

Ayer (bueno hoy... o ayer, ahora ya no sé ni en qué día vivo) me quedé hasta las cinco de la mañana despierta. Desde hace varios meses mis etapas de sueño (http://www.sleepdex.org/sstages.htm y http://www.enciclopediasalud.com/categorias/sueno-y-descanso/articulos/fases-del-sueno) se han puesto de cabeza, están completamente perdidas y aún no logro encontrarlas. ¿No les ha pasado eso? Sé que a los estudiantes de escuela les pasa todos los veranos (sobre todo a los adolescentes) y que justo la noche anterior al primer día de clases pretenden dormirse a las nueve de la noche solo para encontrarse con los nervios, la ansiedad y la ira de tener que volver a estudiar, a ver los profesores con cara de palo y a los compañeros malvados que te hacen querer tener a Voldemort de mejor amigo (acepten la verdad, todos lo han vivido).

Mi noche comenzó como a las ocho y media de la noche, cuando llegué de un largo día de ir de shopping en el cual no compré nada (odio esos trips al centro comercial... ¿esos en que nadie te dice que van a hacer window shopping y que TODAS las tiendas están de descuento? Sufran conmigo, es lo peor ¿verdad?). Este no lo odié, fue una buena salida familiar con tíos que no veía en una semana o dos, pero que para mí era como una eternidad. Aquí viene el origen del problema: usualmente solo salir unas cuantas horas me agota bastante y cuando estoy muy, muy, MUY cansada suelo ser un saco de papas. Apenas llego a mi casa, subo las escaleras y sin pensarlo dos veces me tiro en mi cama y no despierto hasta el día siguiente. No importa que horas sean, puedo dormir 15 minutos o 18 horas seguidas, depende de si en la noche hay algo en la tele que no me quiera perder o vaya a salir (es un hito en mi vida, algunas veces mi hermana me dice "hasta mañana" dentro del carro cuando vamos llegando a la casa porque sabe que no me volverá a ver hasta el día siguiente).

Entonces, llegué a mi casa, me derrumbé sin vida en mi colchón y desperté tres horas después (hay días en que despierto 9-10-11 horas después y juro que no se dónde estoy, es fascinante) sin saber qué estaba pasando. Miré el reloj, eran las once y media, me levanté y me fui a bañar (gran error). Después de ahí hice de todo un poco, caminé por la casa (estaba oscura y parecía un castillo embrujado así es que mi corazón casi se salió varias veces), investigué algunas universidades en la Internet (¡información es poder!), leí otro poco, para cuando me dí cuenta ya eran las dos y media de la madrugada y decidí intentar dormir (esta es la parte relatable).

Estoy segura que a miles de personas le pasa esto todo el tiempo: apagar las luces, acostarse en la cama, cerrar los ojos y luego pasar horas y horas (y cuando digo horas son minutos que parecen un milenio) girándose para la izquierda, luego a la derecha, mirando el techo, mirando la ventana, mirando la luz que viene de afuera de la ventana, pensando que la luz afuera es una persona, luego que es un carro y finalmente no puede ser otra cosa que un fantasma. Estirando las piernas, cruzandolas, levantado las piernas, amarrandose el pelo, cerrando y abriendo los ojos una y otra vez, contando ovejas, números, gatos, perros, objetos, etc... Y finalmente la más popular de todas: imaginando escenarios. Todos hemos imaginado lo que le hubiéramos dicho a ese imbécil, esa lindura, ese muchacho guapo, ese viejo verde, ese idiota que no sabe manejar (o me chocó), a ese profesor que gritó en clase, a la chica o chico que me gustaba desde segundo grado, al otro que se burló de mi amigo, de mi mamá, de mi hermano o hermana. Si... hemos imaginado millones de situaciones diferentes, siempre arrepintiendonos de no haber dicho o hecho algo que entonces no parecía importante y que ahora te preguntas "que hubiera pasado si..." También todos hemos inventado nuevas historias. Todos hemos creado una vida completamente paralela o hasta hemos tenido ideas multimillonarias que no anotamos, todos hemos resueltos los problemas cotidianos a los que no le encontrábamos solución o nos hemos acordado de una tarea, examen o mandado que no hicimos o que tenemos para mañana, solo por ver el techo en silencio y en la oscuridad.

Así pasé muchas horas en mi cama, revolcándome en mi propios pensamientos, tratando de no matarme antes de que saliera del sol y para lo que no lo saben el solo hecho de pensar quema calorías y yo había hecho un set de repeticiones de nivel intenso así es que me sentía como si me fuera a desmayar o fuera a tener un derrame cerebral... nada bonito. Ni siquiera tenía que verme al espejo para saber que tenía ojeras verdes y mi piel era color papel. No aguanté más y salí de ese cuarto negro para bajar a la biblioteca y buscar algo, cualquier cosa, que me hiciera distraerme y poder dormir. Terminé leyendo "Four Weddings and a Funeral" de Richard Curtis (gran historia, fácil de leer, personajes adorables y te sientes identificado con ellos aún cuando no tengan nada en común con el lector, me reí a carcajadas, lo recomiendo) en el sillón azul de mi sala a las cuatro y media de la mañana cuando mi mamá bajó y, sin querer, le dí el susto de su vida (casi siempre es ella la que está despierta antes de las cuatro de la mañana, so this was weird... and shocking) y entonces, como la mejor mamá del mundo (aunque yo diga lo contrario a veces... ¡¿qué?! ella también se queja de mí a mis espaldas y también cuando estoy con ella habla mal de mí, pero ella sabe que no podría vivir sin mí y yo sin ella) me preparó avena calientita y me abrazó y estoy segura que si se lo hubiera pedido, me canta una canción de cuna (just lovely).

Me dormí a las cinco y algo de la mañana y desperté a la una de la tarde y aún no tengo ni idea de por qué esa noche en particular no pude dormir. Fue la noche más extraña de este año (el año pasado hubo peores). Y fue, sin duda, la primera noche de este año que ese asunto del cual parece estoy condenada a nunca superar (todos tenemos ese asunto que estamos condenados a nunca superar), me mantuvo despierta. Anyway, algún día lograré dormir, en la noche, como se supone que debe ser. O cómo dicen por ahí "ya dormiremos cuando estemos muertos". 

¡Hasta mañana!

Diana


"Cada día sabemos más y entendemos menos"
Albert Einstein

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