El viernes pasado estaba con mi hermana en el centro comercial Multiplaza Pacific. Nos tomábamos un batido, tranquilas, hablando de las cosas que teníamos pendientes, de la universidad, del trabajo, comprar esto, llevar aquello, lo usual: estrés, estrés. En eso miré hacia el pasillo y vi un grupo de cuatro niñitas, probablemente de once a trece años, literalmente sacadas de una combinación de La Hermandad del Pantalón Viajero (The sisterhood of the traveling pants) y Pretty Little Liars. Tenían toda la relación de amigas de la primera película y el glamour completo de PLL, como si su make up artist y estilista llegaran a su casa todos los días a las 6 am para maquillarlas, peinarlas y vestirlas como un catálogo de Garage, Brandy Melville, Bershka o Zara de Instagram. Y luego le seguían los niños. ¡Oh Dios mio, esos niños! Solo uno parecía salido de una propaganda de Tommy Hilfiger y los demás eran niños Billabong/hipsters..
El "Glam Squad" pasó al lado de nosotras y no pudimos hacer más que reírnos porque cuando nos comparamos con ellas parecía que anduviéramos en ropa de estar en casa (y no estábamos mal vestidas). Eso me puso a recordar que a esa edad yo también quería vestirme como modelo de catálogo, usar tacones para ir al mall, maquillarme hasta destruirme la cara y lucir como una persona completamente diferente. A los doce años probablemente me importaba más cómo salía a la calle que ahora. ¡Pero esas niñas se pasaron! Ellas se tomaron muy en serio lo que dijo Carrie Broadshaw "Me gusta tener mi dinero donde lo pueda ver: Mi armario". Ya sabemos la magnitud del hábito del ahorro que tienen los niños de ahora.
Después de ver eso tuve que ponerme a escribir sobre esos tiempos tan divertidos en los que estábamos en esa época extraña, toda la ropa (no importa cual) te quedaba anormalmente mal (pero solo a ti porque las demás niñas eran perfectas), el maquillaje era para cubrir tus imperfecciones y tu inseguridad y todos los posibles defectos que pudieras tener que no le gustaban a ese niño que le gustaba a todas. Los tacones eran "altos" pero luego a los quince años descubrías que habían stiletos de 8 a 10 cm y tus pies SÍ podían dolerte más en menos tiempo (pero para ser bella, hay que ver estrellas. Am I right, ladies?). Y todo esto era en mis tiempos, las "mujeres de la noche" (y todo el mundo en general) piensan que las niñas de doce años de ahora usan cosas exageradamente escandalosas y de bajo mundo. Imagínense eso.
Recuerdo cuando me importaba como lucía para ir a comer hamburguesas al Mcdonalds con mis amigos que era mis "BF4E" (best friends forever) que ahora ni se dónde están, o qué hacen o si se murieron o qué. Ahora salgo en pijama a la calle, al super, al mall, al Don Lee, al cine y si puedo, a la universidad también. Mi cara es natural all day, everyday. A veces ni sé donde están mis aretes, pulseras, collares y mucho menos mis zapatos, así es que: pantuflas ¿para qué las quiero? Mi cabello está peinado en una trenza "Katniss Everdeen" en sus "mejores días" (o sea, cuando de verdad le paso un cepillo para dejarlo pseudo-decente) y en sus días regulares solo está en una bola en algún lugar de mi cabeza o suelto e incontrolablemente salvaje.
Seguro me gusta maquillarme, vestirme y peinarme pero ahora no es para cubrir la inseguridad, mi acné o rencor hacia mi misma que tenía antes por no ser como las mujeres de las revistas o de la televisión (y eso que veíamos Lizzie Mguire, Kim Possible y Floricienta y los catálogos esos de Félix y Stevens) . Ahora lo hago porque me encanta verme linda, ser diferente, ser femenina, usar colores, resaltar mis ángulos y curvas y todas las cosas buenas que vienen conmigo y con ser mujer. Y eso es lo que de verdad debería importar. No impresionar por las cosas que puedes comprar y ponerte encima como un perchero viviente, si no por lo bien que puedes lucir en tu propia y natural piel. Y si quieres agregarle color, accesorios, telas, cremas y demás ¡bien! porque no estarás opacandote y convirtiéndote en una vitrina de exhibición para las otras mujeres (porque a los hombres no les importa nada de esto), estarás expresándote y diciendo "¡esto me gusta, esta soy yo!".
Tener doce años es para seguir corriendo y enlodandote y jugando fútbol y usando Converse o Crocs. Es para ir al parque con tus amigas, andar en bici, volar cometas, jugar video juegos, jugar Twister, pasear al perro o pasar tiempo haciendo tareas y trabajos y aprendiendo, no comprando online o en el mall todo el día. Sí, vas a necesitar todas esas fun stuff, pero para ocasiones especiales. Si lo haces todos los días de tu vida: 1)te van a salir arrugas antes de tiempo. 2)¿Dónde dejas el elemento sorpresa? ¿La transformación de ratón de laboratorio a hermosa princesa y el "Wow" de tu chico especial? Es más divertido si lo conviertes en algo que vale la pena esperar y que todos digan "ohhhhhh".
Love y'all beautiful people,
Diana
"Para ser irreemplazable, uno debe buscar siempre ser diferente"
"La belleza comienza con la decisión de ser uno mismo"
"No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación. No es la ropa, es la clase."
Coco Chanel
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